En el turbulento campo de combate, donde la adrenalina fluye como un rÃo y los gritos se pierden en el caos, los soldados se enfrentan en una danza macabra de fuerza. Cada movimiento es calculado, cada disparo un grito de determinación por sobrevivir. Las bayonetas brillan bajo el sol implacable mientras las mentes temerarias se preparan para la